miércoles, 28 de mayo de 2008

Prologo del libro :De La Vida Al Conocimiento

De la Vida Al Conocimiento

Libro en que colaboré con mi padre Octavio Fernandez Moujan con la intención de volcar las experiencias de su práctica clínica en cámara de Gesell. En mi prólogo (abajo copiado) explico algo de esta expreiencia.
Luego iré subiendo a este blog encabezados y nombres de cada uno de los capitulos que escribí para presentar las sesión de cámara. (El libro cuesta unos 20$ y lo tenemos nosotros a la venta dado que la editorial no lo ha destribuido como corresponde, si les interesa haganmelo saber.)
gracias,


Prólogo

Cuando mi padre me pidió que escribiera este libro con él no sabía si sería capaz, si podríamos trabajar juntos. Sonaba interesante trabajar con el material de las sesiones de cámara donde él atiende y da clases desde hace años. Me interesaba plantear un libro que comenzando por la práctica llegara a la teoría y donde la práctica clínica se viera sin maquillaje.
Decidí leer algo del material e intentar organizar un capítulo para ver cómo quedaba.
Ninguna pauta, ni modelo a seguir. No era fácil de por sí diseñar seleccionando los párrafos de sesiones y organizar los comentarios dándoles a ambas cosas una coherencia y un ritmo. A la vez no me interesaba hacerlo solamente como una traductora o corregidora, tarea que de por sí ya era bastante ardua, ciertamente mucho más aburrida y descomprometida.
Así fue que escribí las introducciones de cada capítulo señalando con libertad lo que para mí era esencial de las sesiones y del mensaje que transmitían, digo con libertad porque yo no tenía la exigencia de expresarme en términos teóricos, podía utilizar la poesía y además papá estaba encantado con la forma que les estaba dando. Después se agregó la función de corregir los desarrollos teóricos que él escribía tras haber leído los capítulos ya organizados, ¡eso sí que era complicado! Como muchos sabrán mi padre es clarísimo hablando y un desastre escribiendo, él culpa a su dislexia, cosa que es real, yo culpo a otra serie de cosas más, que no vienen al caso.
En definitiva, aquí está el resultado.
Ambos aprendimos mucho en este libro y, lo más importante, armamos un buen equipo.
Nuestra afinidad en términos teóricos y prácticos es enorme, ambos experimentamos nuestro trabajo profesional como una tarea que va mucho más allá de las palabras. Una tarea que expande y amplía nuestras conciencias e inconsciencias, un espacio que es como la vida, tan trivial y cotidiana como sagrada y milagrosa.
También tenemos nuestras diferencias, por suerte. Esto enriqueció aún más el trabajo conjunto.
Para mí este libro fue una oportunidad no sólo de encontrarme profesionalmente con mi padre sino de volcar en palabras cosas que siento y experimento muy profundamente cuando trabajo y cuando no trabajo.
Es una ocasión para celebrar cuando encontramos a alguien que recorre el camino de manera similar a la nuestra, esto no fue moneda corriente en mi carrera como psicóloga y psicoanalista, son pocos los autores y colegas con los que coincido. No es circunstancial que en esta ocasión esa persona además sea mi padre.
Mi padre es una persona con profundos valores espirituales, con un gran compromiso en todo lo que hace. Él plantó esa semilla junto con mi madre, el resto lo trajo la vida.
Me tocó nacer en una época donde los antiguos modelos seguidos por generaciones comenzaron a resquebrajarse y donde desaparecieron las utopías por las cuales se luchaban. Esto nos coloca, a los que vivimos el derrumbe, de una manera muy particular frente a las cosas y sobre todo frente a nosotros mismos.

Es importante mostrar cómo es la tarea clínica, cómo es esto de ser psicólogos, aunque no hay una forma sino que cada uno va conformando la propia. La teoría es necesaria, nos ayuda a pensar, a entender y discriminar, pero ¿cómo se hace cuando las papas queman? O sea cuando entramos al consultorio y nos encontramos con un paciente de carne y hueso que sufre. A veces se confunde un poco la figura del terapeuta con el de una madre permisiva, protectora o el de un acompañante silencioso, pero la mayor parte del tiempo lo más importante y curativo no pasa por ese lugar sino por uno muy distinto que tiene un rol muy definido pero inexplicable... Esto es lo que intentamos mostrar en este libro. Espero que puedan captarlo a pesar de que no terminen de entenderlo, yo tampoco lo entiendo.

Quiero agradecer en primer lugar a mi padre, también a mis pacientes. Gracias a todas las personas que me quieren, a mis maestros (amigos y enemigos), gracias a esta vida misteriosa, dolorosa, apasionada y maravillosa que llevo adentro y me lleva por fuera.


Soledad Fernández Mouján. Enero 2001

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE CLARIDAD AL ESCRIBIR SOLEDAD FERNANDEZ MOUJAN!!, QUE INTERESANTE ME RESULTA TU MANERA DE EJERCER TU PROFESION COMO PSICOLOGA,COINCIDO CONTIGO EN CUANTO A LO DEL TRABAJO EN EQUIPO.., QUE EXPERIENCIA LA DE REDACTAR UN LIBRO CON TU PADRE!, QUE ENRIQUECEDOR PARA AMBOS.
MIS FELICITACIONES!